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Polémica desatada en 1879 durante la visita a Roma de la Estudiantina Escolar de la Universidad de Madrid

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Félix O. Martín Sárraga


Tras el éxito mediático  de la visita al Carnaval de París de la Estudiantina Española de Zabaleta y la posterior presencia de la Estudiantina Española Fígaro de Granados en la Exposición Universal parisina, ambas en 1878, otras estudiantinas también viajaron al extranjero pero, tras la polémica desatada en España cuando se tachó de carlista a la de Zabaleta y Castañéda, esta es la siguiente Estudiantina en la que detectamos un conflicto del que la prensa habló.

Es el caso de la Estudiantina Escolar de la Universidad de Madrid, que planeó ampliar sus vacaciones de Semana Santa de 1879 (del 7 al 13 de abril) para realizar un viaje que les habría de llevar por Francia, Italia, Suiza y Alemania entre marzo y finales de junio o principios de julio.

Estudiantina en Roma grabado de Paolocci 1879Sabemos que la ruta seguida desde Madrid la llevó a Barcelona, Marsella y Niza antes de llegar a Roma (1). Muy posiblemente sólo el trayecto Madrid a Barcelona transcurriera en tren, siendo  lo más probable que los restantes desplazamientos, incluyendo el Niza a Roma, fuese por barco. La misma fuente comentaba que se proponía regresar a España pasando por Suiza y Alemania "después de los exámenes de junio", manifestación que pudo no generar buena impresión como veremos más adelante.

De este periplo sólo hemos hallado datos de su paso por  Italia, comenzando por la siguiente información (2):

«La Estudiantina española, que llegó a Roma el 20 de marzo, se compone de 20 jóvenes estudiantes de la Universidad de Madrid. El de mayor edad tiene 24 años, el menor, 18. Su presidente, Sr. Laureano Rosso, estudia cuarto año de Medicina". Esta estudiantina se diferencia de la que estuvo en París el año pasado [Estudiantina Española de Zabaleta y Estudiantina Fígaro] en que ella, a demás de dejar de lado el traje de los estudiantes de Salamanca del siglo XVI, ellos no tienen los pantalones, cinturón, calzas, medias de seda negra ni zapatos decorados. Ellos se diferencian del común de los mortales sólo por su tocado: un bicornio con una pequeña cuchara de marfil a modo de medallón y por el manteo con el que se cubren. Sólo uno de ellos formo parte de la Estudiantina de París. Si ellos no visten la ropa clásica es, dicen ellos, porque no están ya en carnaval. Por otro lado sus instrumentos son 5 flautas, 2 mandolinas, 2 violines, y panderetas 1 triángulo y 10 guitarras».

El contenido aporta varios datos de interés: señala la fecha en la que llegaron a la capital de Italia (20 de marzo), identifica al presidente italianizando su apellido (Rojo por Rosso), señala la vestimenta (que era el uniforme escolar usado extraoficialmente desde 1825 y oficializado por Real Decreto de 17 de septiembre de 1845), número de integrantes, la Universidad en la que cursan estudios y la variedad de instrumentos que tiene. Su aspecto se puede confirmar por el siguiente grabado de Paolocci del que, muy lamentablemente, olvidamos escribir la fuente cuando lo hallamos.

Sabemos que el día 22 la Universidad de Roma les ofreció un banquete (3) y que al día siguiente enviaron un telegrama a La Correspondencia de España anunciando a todos su llegada "sin novedad" a Roma  y saludando a "las familias y amigos de sus individuos" (4).

El día 23 actuaron ante los Reyes de Italia publicando varios medios el siguiente breve informativo (5,6,7):

«Roma, 24. SS.MM. recibieron ayer a la Estudiantina española, la cual ejecutó varias piezas que fueron muy aplaudidas. Por la noche asistió la Estudiantina al banquete que le fue ofrecido por los profesores y estudiantes de esta Universidad».

Esta recepción real siguió ocupando lugar en la prensa el día 26 de marzo (8): 

«Saben nuestros lectores que está en Roma la estudiantina española. Los señores Cárdenas y conde de Coello han acogido muy bien a la alegre falange de jóvenes que va de Barcelona, Marsella y Niza. El rector de la Universidad de Roma había nombrado para acompañarles una comisión, de la que forman parte los hijos del príncipe Drago y del conde de Cazegua. El día 22 les daba la Universidad un banquete y la estudiantina pensaba dar tres conciertos, uno de ellos para objeto de beneficencia.

[....]

La Estudiantina española, además de la honra de ser recibida por los reyes de Italia, ha merecido la más simpática acogida en todas clases de sociedades de Roma siendo muy obsequiada por los profesores de aquella universidad».

 

El día 29 la prensa publicó una crítica por haber ofrecido un concierto en la Sala Dante y no llevarle un obsequio al Papa León XIII (9). Al día siguiente continuaban apareciendo referencias a su presentación ante los Reyes de Italia (10):

 

«Leemos en la Gazzetta d'Italia:

"Más detalles acerca de la Estudiantina Española recibida en el Quirinal por SS.MM.

Desde la embajada de España se dirigieron los jóvenes por las calles de Due Macelli, Stampéria, plaza de Trevi y calle de la Dateria al Palacio Real, donde fueron recibidos a las ocho por sus majestades y muchos invitados. Es inútil decir que todos iban vestidos con sus trajes característicos, llevando en el ojal una hermosa margarita como homenaje a nuestra reina.

Seis fueron las piezas de música que ejecutaron los españoles, empezando y acabando con nuestra Marcha Real; cantaron también una canción, que fue extraordinariamente aplaudida. Cuando terminaron recibieron elogios de todos los presentes; la reina y el príncipe manifestaron de tener en su mano y tocar las pequeñas panderetas, el rey dijo al presidente D. Laureano Rojo que había agradecido mucho el homenaje que le presentaban los jóvenes españoles, pues existen vivas reacciones de amistad y simpatía entre España e Italia; añadió que conservaría gratísimo recuerdo de aquella noche y no ocultó su asombro al ver que, a pesar de ser jóvenes y estudiantes, tocaban los instrumentos con tanta maestría. Al expresar S.M. estos elogios al presidente de la estudiantina, se dignó pedirle cien billetes para el concierto que aquella piensa dar.

El príncipe Amadeo, allí presente, estrechó la mano de algunos estudiantes dirigiéndoles frases sumamente cariñosas. Al salir de palacio tocaron de nuevo la Marcha Real, recorriendo el Corso y dirigiéndose a la calle Monserrato al compás de nuestra marcha, aplaudidos por una muchedumbre que gritaba: "¡Viva España, viva Italia!" Desde allí se trasladaron al Instituto filodramático romano, que había preparado en honor suyo una reunión"».

El 1 de abril aún había críticas relacionadas con el concierto dado en la Sala Dante, publicándose en España la siguiente cita del Messagero romano (11):

«Los estudiantes españoles hacen buenos negocios estudiando. Lo menos que pueden, y dándose buena vida.

[…] 

....o estos señores son estudiantes, y en este periodo del año harían mejor en escuchar las lecciones de sus profesores en Madrid y no dar espectáculos de guitarra y guitarrilla mostrando así tener poco elevado concepto de la ciencia; o no lo son, y entonces no comprendo cómo hallan tantos protectores que les sirven de reclamo...».

El día 6 del mismo mes El Amigo publicó el siguiente contenido que, aunque fuera de contexto temporal y de modo ambiguo, refrenda lo antes expuesto señala que la gira transcurrió desde Semana Santa hasta "después de los exámenes de junio" (12): 

«La Estudiantina Española, que salió de Barcelona a Marsella, ha llegado a Roma después de pasar por Niza. En todas partes ha sido muy bien acogida. En la capital de Italia ha tocado delante de la familia real y habrá dado un concierto de beneficencia. Los estudiantes franceses e italianos han dado banquetes en honor de los nuestros y les han agasajado mucho. La Estudiantina se propone regresar a España haciendo su viaje a Suiza y Alemania después de los exámenes de junio».

Pero la información más importante aflora en la prensa italiana que, en la misma fecha, relataba (13):

«Los estudiantes que llegaron a Roma visten de la manera más cercana a la descrita por la condesa d'Aulnoy. No se parecen exactamente a los jesuitas [en referencia a la loba del escolar del Antiguo Régimen], pero... un gran manteo negro nos impide ver la forma de sus ropas, que son como las nuestras. El manteo es siempre el de hace dos siglos:

"Las armas del estudiante
yo te diré cuáles son:
la sotana y el manteo,
la cuchara y el perol".

Estos de Roma tienen pues el manteo y la cuchara, que según la tradición salmantina llevan como una escarapela al tricornio. La cuchara es el blanco de los monjes, la ‘melopia’ [melopo: pez del género labre; relación a su color blanco como el marfil], siempre y en todas partes.

Ahora los estudiantes ya no van a llamar a las puertas de los conventos [referencia a la sopa boba] a los que nadie respondería sino que conservan algunos de sus antiguos instintos errantes y tratan de viajar por el mundo trabajando con la música ya que los arrieros han desaparecido y las compañías ferroviarias no están dispuestas a moverse a toque de las canciones, característica de la estudiantina. 

Partiendo de la Universidad de Madrid, la estudiantina llegó a Roma la semana pasada y está compuesta por 28 estudiantes, casi todos de cuarto año de Medicina. Se podría suponer que los exámenes de grado en España no son muy difíciles si a mitad del curso escolar uno puede ponerse sin daño el manteo sobre los hombros y dar la vuelta al mundo con la cuchara en el sombrero.

Fueron recibidos en la estación por los estudiantes romanos que se encargaron de hacer los honores de las siete colinas a estos hermanos latinos; les condujeron a ver muchas cosas hermosas de la ciudad, el Foro Romano, monumentos muy modernos, los empleados del instituto y establecimientos científicos de la Universidad; luego les ofrecieron un almuerzo suntuoso, al que asistió y habló el rector de la Universidad romana, profesor Valeri…

La estudiantina tuvo el honor de tocar en el [Palacio del] Quirinal después del almuerzo del domingo pasado, al que habían sido invitados muchos exministros, desde Nicotera hasta Spaventa, desde Chiaves hasta Mezzacapo. El Rey [Humberto I de Saboya] y la Reina [Margarita Teresa de Saboya] charlaron con el jefe de la estudiantina y con algunos de los estudiantes pero la escena más interesante fue el diálogo que mantuvo con ellos en lengua española S.A.R. el Duque de Aosta [Amadeo I, primer Duque de Aosta y ex rey de España (reinó entre 1870 y 1873) que, tras abdicar, residía en Italia]. Los ex súbditos se sintieron un poco avergonzados frente al ex-rey quién los trató como un verdadero rey porque, habiendo aceptado cien entradas para un concierto de la estudiantina, tenía que regalar al día siguiente la Sala Dante [y] los regresó al día siguiente con 4000 liras. El Rey Humberto compró otras 100 entradas por 1000 liras.

El concierto tuvo lugar frente a un público selecto pero no numeroso. La estudiantina tiene mandolinas, guitarras, violas, castañuelas y panderetas. Interpreta de canciones populares españolas, casi todas en tiempo de baile, pero con motivos graciosos y apasionados. ‘La flamenca habanera’ está llena de sentimiento. ‘La noche de estrellas’ es un vals chisporroteante con garbo y el líder los panderetólogos da golpecitos con su instrumento en la cabeza, las rodillas y los pies con gran agilidad…. ‘La jota del Molinero’ y ‘La jota del Olé’, con interludios de baile, son sumamente característicos y una marcha compuesta por uno de los estudiantes fue muy aplaudida, titulada ‘La Luisa’.

La estudiantina tocó el jueves en el Palacio de España, conde la condesa Coello de Portugal y el ministro de España para S. M. el Rey de Italia, con la amabilidad de siempre, ante un elegido y numeroso auditorio integrado en gran parte por los señores del cuerpo diplomático y de la aristocracia romana.

Finalmente la estudiantina después de su primer concierto (a cuenta propia), dio un segundo concierto en Sala Dante a beneficio del instituto de ciegos de Sant’Allesio.

Ugo Pesci».

Sala Dante Roma 1875Sala Dante

El 12 de abril continuaban las repercusiones relacionadas con las incidencias habidas en Roma (14):

«En cartas de Roma se habla de un disgusto ocurrido con motivo de las observaciones hechas por un periódico local acerca de la estudiantina española y de la satisfacción exigida por varios individuos de ésta a los redactores de aquél periódico. Suponemos desde luego que el hecho no habrá tenido la gravedad de que se le ha querido revestir».

Al día siguiente la Revista Aragón publicaba la siguiente carta recibida desde Roma (15):

«Informanos a seguida nuestro corresponsal de la estudiantina española que ha pocos días anduvo por las calles y plazas, teatros y palacios de la inmortal ciudad de los Césares y los Papas; pero, aunque nos ofrece la carta curiosas y variadas noticias, no nos parece oportuno transcribirlas porque no son muy honrosas para los estudiates en cuestión y porque contradicen en no pocos puntos las que han enviado desde allí otros corresponsales periodísticos, más inspirados sin duda por el amor a la patria que por el amor a la verdad. Contaban de fijo los autores de esta nueva odisea artístico-estudiantil con los favores de la fortuna que tan pródiga se mostró con los Zabaletas y Castañedas que fueron durante unos días las delicias de París; pero ya - ya lo dice el proberbio latino - 'non bis in idem'. Y esto sin contar que para empresas tales son de precisión ineludible ciertas condiciones y elementos que faltaban seguramente a estos jóvenes que han llevado a Roma, a guisa de viajantes de comercio, una serie de muestras de las clásicas costumbres de la tuna. Lo sentimos por el pabellón español, que anda por esos mundos de Dios cubriendo tan averiadas mercancías».

Finalmente el 16 del mismo mes obtuvimos datos que acreditaban tanto el final de su estancia en Italia como que el periplo inicialmente planeado se veía abortado (14):

«Una carta de Nápoles da las siguientes noticias relativas a la estudiantina española:

La sociedad elegante de Nápoles, que es tan numerosa como distinguida, ha celebrado con fines de caridad algunas representaciones dramáticas ejecutadas por nuestras lindas damas que han recibido los más entusiastas aplausos. No menos concurrido para todo el mundo elegante fue el concierto dado en la [¿Sociedad?] Filarmónica por la estudiantina española, que nuestro representante en Roma había recomendado a la duquesa de Bivona cuando desde Roma pasó la estudiantina a esta ciudad. Tan ilustre dama, española no sólo por su alta cuna sino por sus nobilísimos sentimientos, ha sido para los jóvenes estudiantes españoles no una protectora sino una madre. Asociada a la condesa de Xiquena y a sus simpáticos hijos, que recordó descender de Hernán Cortés, por la condesa Sclafani y otras damas distinguidas, la hemos visto ir colocando ella misma de palacio en palacio y de 'villa' en 'villa' los billetes para el concierto de la estudiantina hasta el punto de que concluído éste, puso en manos de los jóvenes tres mil francos, con los que, cubiertas todas sus necesidades, pudieron embarcarse hace dos días para Marsella y España.

Los estudiantes españoles por su admirable conducta se hicieron dignos de esta protección como las que les concedió en Roma el conde de Coello, dejando el más grato recuerdo en Italia. En su concierto fueron aplaudidísimos por las manos más lindas de Nápoles y se les hizo repetir la Jota, las Habaneras y casi cuanto cantaron y tocaron.

Nápoles es realmente España y los estranjeros [se escribía así antes], en su mayoría ingleses, tienen tanto entusiasmo en nuestras estudiantinas que un lord, estudiante él también de la Universidad de Cambridge, les dirigió una invitación para que desde Italia pasasen a Inglaterra. Pero los estudiantes, con escelente [se escribía así antes] criterio, han creído que terminadas las vacaciones de Pascuas debían volver a sus estudios dejando para terminado el curso semejantes espediciones al estranjero para no dar lugar a críticas que podrían ser fundadas sobre la seriedad de sus estudios en España.

En los tres días que aquí han estado han merecido de la Universidad un brillantísimo y poético almuerzo de 50 cubiertos en las ruinas mismas de Pompeya y que el 'Sindaco', que es hoy una persona distinguidísima, diese la órden de hacer nuevas escavaciones en su presencia. Pueden figurarse mis lectores la escena de una estudiantina española tocando sobre las ruinas de las basílicas y foros de Pompella a orillas del golfo de Nápoles».

La información anterior sugiere que, por las críticas recibidas (hacer "negocio" durante periodo académico) y difundidas por prensa española, decidieron finalizar prematuramente su periplo, abortando su paso por Suiza y Alemania y embarcándose en Nápoles rumbo a Marsella para, desde allí, volver a tierra española.

__________

Imágenes: 

Superior: Estudiantina en Roma, grabado de Paolocci. 1879.

Inferior: Sala Dante. Roma, 1875. MareMagnum. Vista el 25-10-2020.

 

Fuentes:

  1. El Amigo. 06-04-1879. Pag. 3.
  2. Journal des débats politiques et litétaries. Paris. 30-03-1879. Pag 3.
  3. La Correspondencia de España. 26-03-1879. Pag. 1.
  4. La Correspondencia de España. 23-03-1879. Pag. 2.
  5. La Correspondencia de España. 25-03-1879. Pag. 1.
  6. El Constitucional. 27-03-1879. Pag. 3.
  7. La Mañana. 24-03-1879. Pag. 3.
  8. La Correspondencia de España. 26-03-1879. Pag. 1.
  9. El Siglo Futuro.29-03-1879. Pag. 3.
  10. La Mañana. 30-03-1879. pag. 3.
  11. El Siglo Futuro. 01-04-1879. Pag. 2.
  12. El Amigo. 06-04-1879. Pag. 3.
  13. L'Illustrazione Italiana. 06-04-1879. Pag. 210-11.
  14. La Correspondencia de España. 12-04-1879. Pag. 1.
  15. Revista Aragón. 13-04-1879.
  16. La Correspondencia de España. 25-04-1879. Pag. 2.

Publicación: 01/08/18          Actualización: 25/10/20