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TUNAE MUNDI
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La Tuna Femenina de Filosofía y Letras (1983 – 1985), primera Tuna Femenina de Cádiz

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Héctor Valle Marcelino


El último lustro ha sido testigo de un extraordinario auge en la formación de tunas de mujeres en España, similar al que hubiera entre finales de los 80 y mediados de los 90, del que sobrevivieron las de Derecho de Alicante (fundada y bautizada en 1989), Universitaria Complutense de Madrid (1990 y 1991 respectivamente), Distrito de La Laguna (1992 y 1993) y Universitaria de Salamanca (1994 y 1997) (1).

A las ya veteranas se les han unido ahora otras muchas, habiendo alcanzado la beca, plasmación de su propósito, las chicas de la Universitaria de Almería (2014), Medicina de Málaga y Ciencias de la Salud de la misma ciudad (2015) y, en último lugar, Medicina de Cádiz (2016). No obstante, el escaso tiempo transcurrido no permite conocer aún la trascendencia de estos grupos.

Tuna Femenina de Filosofia y Letras de Cadiz - logoEl reciente bautizo del conjunto gaditano fue todo un acontecimiento. Representantes de casi todas las femeninas nacionales, miembros de las agrupaciones del resto de la provincia y de otros lugares asistieron a un acto que sitúa por fin a la región en el mapa de las tunas femeniles. Sin embargo, no es la primera que ha habido en la Universidad de Cádiz. Ese honor corresponde a la extinta de Filosofía y Letras.

Al menos desde 1912 (2) ha habido estudiantinas constituidas por féminas en la zona, incluso alguna donde participaban individuos de ambos sexos (3), si bien en una cantidad tan ínfima que no les permite abandonar la categoría de lo anecdótico. Debido a sus características, tampoco fueron comparables a lo que hoy podemos llamar tuna, hasta 1983.

La idea de crearla surgió entre varias alumnas de facultad de Filosofía, en los inicios del curso 83/84. Para formar el grupo, colgaron carteles y hablaron con otras amigas, por lo que a pesar de su denominación, en su mayor parte eran estudiantes de diversas disciplinas académicas. Sin embargo tenían en común pertenecer a un amplio círculo de amistades, y en el que figuraban algunos tunos. Ya vivían la tuna desde fuera, pero ellas querían disfrutarla desde dentro.

En un principio buscaron el apoyo de su Centro, pero este les dio la espalda. Sus solicitudes para reunirse con el Decano fueron rechazadas. A diferencia de otras masculinas de la misma universidad en esos años, no recibieron ayuda económica ni local, por lo que para realizar sus ensayos se vieron obligadas a usar diversos espacios como la cafetería, el patio o algún aula. En cambio sí obtuvieron el de las tunas donde militaban sus amigos: Filosofía y Letras, que ejerció de madrina, y Peritos Industriales.

Estas dificultades no impidieron el desarrollo del proyecto. En apenas dos meses consiguieron la indumentaria y los instrumentos, así como adecuar las canciones de su repertorio. La clave del rápido desarrollo musical radicó en que muchas ya sabían tocar previamente, pues habían aprendido en las rondallas de sus colegios o de forma autodidacta. Las que no dominaban ninguno tocaron panderetas. Cada una se hizo cargo de su equipo, ya que no había fondos comunes. Por ese motivo otros objetos eran prescindibles: no todas tenían capa, y no tenían bandera propia, usando eventualmente la de su homóloga masculina (azul con escudo en el anverso y negra en el reverso).

Su atuendo se componía de jubón sin faroles (estos encarecían el precio para aquellas que necesitaban de una modista o costurera para confeccionarlo) y pantalón bombacho (taleguilla). La beca era azul claro, como corresponde a las carreras de humanidades, a la que posteriormente le fue serigrafiado el escudo. La capa era de raso con interior azul. El cancionero estaba formado por las típicas canciones de tuna, adaptadas en tonalidad y letra.

Tuna Femenina de Filosofia y Letras de Cadiz 1983-85  

La Tuna hacia 1984. Fotografía propiedad de Esperanza González Causín.

Poco antes de la navidad 1983 efectuó su primera salida, siendo bautizada el mismo día. Sus padrinos las condujeron hasta el Colegio Mayor Beato Diego, donde les arrojaron cubos de agua desde las alturas. A continuación se impuso la beca a unas diez de ellas, las fundadoras, quedando como novatas las que se habían incorporado más tarde. Aproximadamente serían catorce, número que no aumentará hasta su desaparición en un momento indeterminado de 1985.

Hoy en día resulta impensable que una tuna pueda alcanzar dicho estatus sin una etapa previa de aprendizaje de la mano de otra veterana. Sin embargo, en esa época era muy diferente, pues los fundadores se dedicaban únicamente a la preparación de los trajes y el repertorio antes de presentarse al público. Es posible encontrar con facilidad ejemplos cronológicamente cercanos: Derecho de Jerez se becó durante su presentación a finales de febrero de 1981, cuatro meses después de su reunión inicial (4); a fines de febrero de 1983 lo hizo Empresariales de Jerez, tras un periodo similar desde la concepción de la idea, sin haber salido previamente (5).

Llevaban a cabo sus actividades en la ciudad de Cádiz y poblaciones aledañas, manteniéndose mediante el parche y los compromisos, sin que realizaran contratos como ocurre en la actualidad. El dinero recaudado se empleaba en exclusiva para fines tunantescos, como sufragar las cuerdas, las fiestas o los viajes. Acudieron a dos certámenes en compañía del resto de tunas de la provincia: el VIII Congreso Internacional de Tunas, celebrado en Córdoba en abril de 1984, y el III Congreso Internacional de Tunas, que tuvo lugar un año después en Santiago de Compostela. En ambos participaron en el pasacalle junto a la masculina de Filosofía, pero nunca lo harían sobre un escenario.

En lo que se refiere a la organización interna, esta era muy relajada, lo cual puede ser atribuido a dos factores: el primero, la relación de amistad y parentesco familiar entre sus miembros, con lazos anteriores a la fundación, y el segundo, la corta vida del conjunto, exento de la superposición de generaciones, como ocurre en tunas más longevas. Oficialmente no había cargos, pero en la práctica había tres, los más básicos:

• Dirección Musical, cuyas funciones afectaban al repertorio y los ensayos.

• Tesorería, que administraba el dinero siempre que hiciera falta, ya que solía gastarse en las propias salidas.

• Uno indefinido, parecido al de la Jefatura, pero sin autoridad real, que trataba de disciplinar al grupo.

Las novatas no eran tratadas con mucha dureza, ni pasaban un largo periodo como tal. Poco después del bautizo general, las restantes fueron becadas. A diferencia de la mayoría de tunas masculinas, ellas no las hacían meterse en una fuente, sino que les imponían la prenda tras gastarles algunas bromas.

Las relaciones entre las integrantes con sus familias fueron muy dispares. Por aquel entonces, el concepto que se tenía del tuno, y que en parte aún se mantiene, era el de borracho con “moral distraída”. Además, la tuna femenina era una rareza que muy poca gente había podido ver. Muchos padres no querían que sus hijas dieran que hablar mezclándose en algo que en su versión masculina incluso les causarían simpatía. Pero aunque es cierto que algunas de ellas tuvieron la abierta oposición de sus progenitores, otras contaron con su aprobación. No obstante, para evitar problemas en casa trataban de cuidar más su comportamiento que los hombres, ya que en los años 80 había mucha menos libertad social para la mujer que en la actualidad.

Diferentes fueron las que mantenían con las demás tunas que pululaban por la localidad. Unos las mimaban y sobreprotegían, principalmente en los viajes, teniéndolas “dentro de su jardín” todo lo que podían, en palabras de las entrevistadas; algunos no las veían con buenos ojos, y otros simplemente las ignoraban. Sin embargo, jamás hubo impedimentos o veto hacia ellas, aunque muchos las consideraban una anécdota, un capricho pasajero.

Con Filosofía y Letras, su madrina, y con Ingenieros Industriales, la relación era muy buena y estrecha, compartiendo acciones cotidianas que sus tunos llevaran a cabo y coincidiendo en las postrimerías de innumerables salidas. No es de extrañar que entre ellos surgieran noviazgos y matrimonios.

Con las demás era distinto. Medicina se encontraba próxima a desaparecer (6) por la falta de regeneración y el fin de los estudios de muchos de sus miembros. La mayoría de los que quedaban no las tomaban en serio y las ignoraban. De la misma manera, los contactos con las del Colegio Mayor Beato Diego y Universitaria Autónoma eran escasos. Derecho obraba como la de galenos, con la diferencia de que ellos desarrollaban gran parte de su actividad en Jerez, por lo que la relación era inexistente. Pese a todo, ninguna de estas tunas puso inconvenientes ni trabas a la Femenina, ni se opuso a actuaciones comunes, como los viajes a Córdoba y Santiago.

En definitiva, estas jóvenes nacidas entre 1961 y 1966 lograron cumplir su sueño de disfrutar la tuna, tomando un papel diferente del que tradicionalmente les imponía su condición. Pero les tocó vivir una época en la que, a pesar de avanzar a pasos agigantados, aún la liberación de la mujer estaba lejos de ser plena. Ello queda plasmado en el rechazo del decanato de la facultad que debía haberlas arropado, y el de las familias que impedían a sus hijas formar parte. Esto, unido a la finalización de las carreras de la mayoría de integrantes, sería fundamental en el final de la primera Tuna Femenina de Cádiz, la de Filosofía y Letras.

__________

Fuente principal:

Los datos han sido obtenidos de las entrevistas realizadas a las ex componentes Esperanza González Causín, Mª del Carmen González Mármol, Milagrosa Fernández Domínguez y Mª del Carmen Ponce Cereceda, los días 27 de abril y 18 de mayo de 2016)

Otras fuentes:

1. Para la tuna de Alicante: http://web.ua.es/es/tuna-femenina-derecho-alicante/historia-y-curriculum.html (visto el 08/05/2016); para Madrid http://tunacomplutense.com/ (visto id.); La Laguna http://www.tunafemenina.es/la-tuna/ (visto id.); y para Salamanca https://sac.usal.es/index.php/agrupaciones-musicales/11-general/agrupaciones-musicales/67-tuna-femenina (visto id.).

2. El Correo de Cádiz. 21/02/1912. Pág. 1. 3.

La única de este género de la que se tiene constancia surgió en la localidad de San Fernando. Diario de Cádiz, ed. De la noche. 20/02/1923. Pág. 3.

4. La Voz del Sur. 28/02/1981. Pág. 13.

5. La Voz del Sur. 25/02/1983. Pág. 14.

6. Como consecuencia de dicha decadencia desapareció brevemente. En 1987 surgirá un nuevo y exitoso proyecto de refundación. Libreto del pregón del bautizo de la Tuna de Medicina de Cádiz. 07/10/1988.


 

Publicación: 24/05/2016