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Una fuente primaria de 1844 afirma que los estudiantes ya no se desplazaban a sus casas a pie por vacaciones

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Félix O. Martín Sárraga


Hasta la semana pasada sosteníamos, basándonos en Fuentes y Ponte, Amador de los Ríos y la aparición de la red ferroviaria en la España peninsular que la costumbre estudiantil de correr la tuna para regresar a sus casas al finalizar el curso ya había desaparecido en 1836 (1), que se perdió en 1845 (2) o que hubo de desaparecer entre 1846 y 1855 (3). Ahora detectamos un nuevo artículo en la prensa histórica confirma su desaparición en el mismo marco temporal a la vez que añade otro medio de transporte que fue determinante.

Dice el referido artículo bajo su titular "Costumbres estudiantinas. Las vacaciones" (4):

«.... concluidos los exámenes, llega la hora tan suspirada de regresar a la casa paterna, bajo cuyo nombre se comprenden también las casas de los tíos, que no tienen denominación especial. Antiguamente el estudiante regresaba a su casa a pie y, cuanto más, montado en una burra y con una gran maleta o portamanteo... De aquí vino la expresión de 'enviar la burra', que significaba esperar a un estudiante que venía de vacaciones. En el día de hoy las cosas han cambiado, y gracias a los adelantos de la civilización, la mayor parte de los estudiantes puede regresar a su casa en rotonda (a) o cupé (b), o cuanto menos en galera (c) o mula. Solamente algún filósofo se toma la molestia de regresar en burra, y alguno que otro teólogo a pie, aunque con la precaución de llevar unas espuelas en el bolsillo para ponérselas a la entrada del lugar , con esta medida queda bien puesto el honor del pabellón aún cuando haya hecho el viage [se escribía así antes] 'a guisa de apóstol'».

Escolares regresando a casaIzqda.: Escolar regresando a casa a pié (9) Drcha: Regresando a casa a caballo y con criado (10)

Definiciones de aquella época:

a) Rotonda: "El cuerpo que está en la parte de detrás de las diligencias, cuyos asientos son menos caros que los del interior" (5), primera vez que esta palabra aparece en un diccionario.

b) Cupé: "Coche. Lo mismo que berlina" (6), la misma fuente define berlina como "Coche de dos asientos, así llamado por haberse inventado en Berlín" (7).

c) Galera: "El carro grande con cuatro ruedas, al que regularmente se pone una cubierta sobre arcos de madera" (8). 

A esto se añade la existencia de compañías de "galeras" y "diligencias" ya organizadas en 1844 que, hasta donde hemos podido comprobar, transportaban personas y mercancias entree Madrid, Murcia, Cartagena, Orihuela, Lorca y Albacete (11), entre Madrid, Burgos, Lanestrosa y Carranza, así como entre Madrid, Jaén, Granada y Málaga (12), entre Madrid, Valdepeñas y Sevilla (13), así cokmo entre  Madrid, Córdoba, Cádiz, Sevilla, Écija, Cuenca, Logroño, Haro, Santo Domingo, Ezcaray, La Rioja, Burgos, Vitoriam San Sebastián, Irún, Bayona (14) por citar sólo unas cuantas poblaciones. 

Sabíamos que la irrupción del ferrocarril en la España peninsular (1846-1855) fue determinante en la desaparición del regreso escolar a su domicilio paterno configurando cuadrillas. Ahora una fuente primaria nos confirma no sólo que en 1844 ya no se desplazaban a pie (famosas cuadrillas que algunas también disponían de mulas) sino que ello pasó a hacerse en medios de tracción animal o a lomos de mulas, transporte que no es incompatible con los que optaran subirse a la carrera a un vagón de un tren en marcha. Ambos medios de transporte eran mucho más rápidos y seguros que viajar a pie, sólo o acompañado de los maleantes que integraban las cuadrillas que corrían la tuna en el Antiguo Régimen (3). 

Este dato no sólo supone una evidente muestra de la obsolescencia de la información sino que también es una prueba contundente de la importancia de la lectura para aumentar los conocimientos y erradicar la ignorancia.

 

__________

Fuentes:

  1. Fuentes y Ponte, J. Murcia que se fue. Imprenta de la Biblioteca de Instrucción y Recreo. Madrid. 1872.
  2. Amador de los Ríos, J. Historia crítica de la literatura española. Tomo IV. Madrid. 1863.
  3. Martín Sárraga, FO. Sopistas y escolares de la tuna del Antiguo Régimen, ¿antecedentes de la Tuna? Conferencia. V Congreso Iberoamericano de Tunas. 30-05-2020. 
  4. Semanario pintoresco español. 14-01-1844. Pág. 6.
  5. Salvá, V. Nuevo diccionario de la lengua castellana, que comprende la última edición íntegra, muy rectificada y mejorada del publicado por la Academia Española, y unas veinte y seis mil voces, acepciones, frases y locuciones, entre ellas muchas americanas [...]. París, Vicente Salvá, 1846. Pag. 964.
  6. Real Academia Española. Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso. Quarta edición. Madrid. Viuda de Ibarra. 1803. Pag. 256.
  7. Real Academia Española. Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso. Quarta edición. Madrid. Viuda de Ibarra. 1803. Pag. 128.
  8. Real Academia Española. Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Novena edición. Madrid. Imprenta de D. Francisco María Fernández. 1843. Pag. 357.
  9. Blanco y Negro. 27-08-1916. Pags. 20-21.
  10. La Ilustracion Española y Americana. 15-12-1898. Pag. 357. 
  11. Diario de avisos de Madrid. 01-01-1844. Pág. 4.
  12. Diario de avisos de Madrid. 04-01-1844. Pág. 3.
  13. La Posdata. 05-01-1844. Pág. 3.
  14. Diario de avisos de Madrid. 06-01-1844. Pág. 3.

 


Publicación: 02/06/20