En Valencia ya no había estudiantes sopistas en 1844 y pudieron haber desaparecido entonces las casas de bachilleres de pupilos
Félix O. Martín Sárraga
La memoria presentada al Congreso de los Diputados sobre el Decreto de 10 de octubre de 1843 que reguló los estudios de Medicina en España aporta datos importantes relacionados con los estudiantes sopistas en la ciudad del Turia.
Anastasio Chinchilla decía el 23 de diciembre de 1843 (y oublicaba al año siguiente) que en su punto 9º era "perjudicial a los intereses 1º de los estudiantes, 2º de los profesores, 3º y de otras muchas personas".
Sobre la manera que afecta a los estudiantes dice:
«Los estudiantes al dejar sus casas para trasladarse a las Universidades en que tenían empezadas sus carreras, o intención de comenzarla. es muy natural que calcularan los gastos indispensables para el viaje, derechos de matrícula y subsistencia en ellas. El nuevo plan les imponía el mandato de abandonar las Universidades para trasladarse a continuar su carrera en las ciudades o capitales más costosas de España: necesitaban nuevos gastos para emprender su viage [se escribía así entonces], nayores cantidades para los nuevos derechos de matrícula, y mucho más para poder sostener[se] en dichas poblaciones durante el curso....».
Posteriormente añade:
«El perjuicio que hace el plan no se limita a estas dos clases [estudiantes y catedráticos], sino que se estiende [idem] a otras personas tales como los dueños de posadas y casas de alquiler. Los estudiantes han podido comprometerse con ellos para el pago de las costas, u de otra manera: unos y otros hab procedido con legalidad y buena fe y ambos a la vez han quedado chasqueados.
Valencia nos ofreece un testimonio de esta verdad: en la época presente ya no hay en ella aquella estudiantina que se mantenía de la sopa: las nueve décimas partes de los que a ella concurren se sostienen de su propio peculio, la mayor parte se arregla en casas de huéspedes y, por consiguiente, estos que han podido comprometerse debían esperimentar [idem] notables perjuicios por la repentina ausencia de estudiantes».
Extracción de un tumor cervical bajo anestesia el 16 de octubre de 1846
Como vemos, el citado Plan de Estudios de 1843 no sólo nos aporta el dato del perjuicio y posible desaparición de las casas en las que los bachilleres de pupilos acogían antaño a los estudiantes de Medicina sino que nos facilita el comentario que señala que, al menos en Valencia, 9 de cada 10 escolares se sostenían con su propios recursos y entre ellos ya no había sopistas.
¡Buen ejemplo de la satisfacción que la lectura da a la curiosidad!
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Imagen:
Óleo de Robert Hinckley. 1882. Biblioteca de Medicina. Boston.
Fuente:
Boletín de medicina, cirugía y farmacia. 21-01-1844. Páginas 6-7.
Publicación: 02/06/20